La inteligencia artificial está en boca de todos, hasta de mi hijo de seis años, un día, llevándolo al colegio me hizo varias preguntas en el coche, empezó con: “Papá, ¿a qué velocidad se puede conducir por aquí (por la ciudad)?” Le respondí: “A 50 km/hora. El coche me lo indica gracias a una cámara que graba las señales que vamos encontrando en el camino”, y me dice: “Ah, vale… Y si no lo sabes, puedes preguntarle a la inteligencia artificial”. Me quedé loco, le pregunté: “¿Cómo sabes eso? ¿dónde lo has oído?” Me respondió: “Me lo dijo David (un compañero), dice que lo sabe todo y que le puedes preguntar lo que quieras”.
¿Dónde vamos a llegar con la IA? Nadie lo sabe, ni sus creadores, pero la inteligencia artificial ha venido para quedarse, eso es seguro, por trabas burocráticas que le pongamos ella permanecerá, y no lo hará para destruir empleos, ya que los generará, tendremos más capacidad de hacer y producir, luego generará más trabajo, y la palabra es correcta. Ya que la IA no crea, genera. La creación es del ser humano, y lo es, por una razón, la reflexión. La IA tiene la capacidad de generar cosas en base a datos, pero una vez generado no tiene la capacidad de pensar si esta bien o si está mal, porque no es un humano. Luego, los que piensan que chatgtp (o cualquier IA) terminará quitándole el trabajo lo será porque ése trabajo no aporta valor, serán procesos o situaciones mecánicas que no requieren más pensamiento que una ejecución, generar, no crear. Parece lo mismo pero no lo es.
Igual que la revolución industrial no destruyó trabajo, ya que creó más, con la IA nos encontramos con la misma situación, en otro paradigma pero mismo estado. La tecnología nos hace ser más competitivos pero no está para suplantarnos, más bien para ayudarnos. Evidentemente nos va afectar a todos, quién piense otra cosa tendrá un problema hasta que se de cuenta, pero no tenemos que verlo como una amenaza, más bien como una oportunidad, así que no tengamos miedos, abracemos estas oportunidades que nos brinda la IA y seamos mejores, de esto van las propuestas de valor, de hacer mejor a los demás, así que vamos a construir y crear bienestar.
Por último, cabe recordar que todo lo generado por una IA no tiene derechos de autor, ya que sólo las creaciones hechas por humanos la tienen. Un ejemplo, un mono tomó unas fotos con una cámara que le quitó a su dueño, se hizo un selfie entre otras fotos, pues bien, esas instantáneas tampoco tienen derechos de autor. Puedes leer sobre esta noticia si tienes curiosidad aquí
En fin, que la inteligencia artificial nos haga a todos un poco más humanos, no le tengamos miedo.