La obsolescencia programada es cuando un producto se piensa y se crea planificando lo que va a ser su vida útil, es decir, llegará un momento en el que quedará obsoleto y no funcionará nunca más para lo que fue pensado.
¿Os suena? Seguro que si pensamos en algún producto nos vienen algunos a la cabeza: móviles, ordenadores, programas (quién no se acuerda de Freehand), etc.
¿Esto ocurre con el diseño de marcas? Esta pregunta viene al hilo de los rediseños, ¿las marcas necesitan ser ajustadas con el paso del tiempo? En mi opinión sí y no, vamos a desarrollar en las siguientes líneas.
Cuando diseñamos una marca lo hacemos con la idea que perdure en el tiempo, que sepa envejecer, si se ha diseñado bien y esta alineada a la propuesta de valor no debería tener modificaciones, o por lo menos, grandes cambios, algún ajuste técnico que sea inapreciable por la audiencia a la que se dirige puede darse, pero no es recomendable cambios notorios que puedan confundir.
Otra cosa es que la empresa haga un cambio de posicionamiento y sea algo completamente diferente a lo que fue en su pasado, en ese caso un rediseño, llamemos global, podría ser motivo de estudio y análisis, pero siempre con transparencia y explicando los motivos. El otro caso que puede motivar una modificación sería la compra de la marca por parte de otra empresa y que esta quiera manifestar ahora que es otra y no la de antes, que con la fusión quieren mostrar que están detrás y que juntos han creado algo nuevo, algo mejor con la suma o incorporación de ellos.
Estos son los dos únicos motivos que deberían dar el paso a un cambio notorio de la marca. Pensemos por un momento, las marcas somos personas, envejecer envejecemos todos, pero salvo que vayas a ver a un cirujano vas a ser el mismo a pesar del paso de los años. Una marca es como un tatuaje, si esta bien hecho y lo cuidas, no tendrás motivo para quitártelo o taparlo con otro, mucha gente (equivocadamente) se cansa de su identidad gráfica pasado los años y piensa que necesita una nueva, pero es por que se ha cansado de verla, cree que una nueva le va a ilusionar, pero no tiene porque ser así, un buen diseño perdurará, aguantará el paso de los años y contrario a lo que pueda pensar, es lo mejor. Un buen logo te aportará diferenciación y conexión con el público al que te diriges, y debería ser memorable y atemporal.
Las marcas cambian, se rediseñan, claro, pero no por motivos banales, sino por cambios de rumbo, nuevas necesidades que podrían ser como un cambio del público al que te diriges. Esto ha pasado en las firmas de moda para captar a la audiencia joven y el resultado es que ahora todas son iguales, algunas ya se han dado cuenta y están volviendo al origen. Un caso parecido fue el de Burger King, que tras 22 años ha vuelto a su icónico logo.
En fin. Cambiar por cambiar no es una buena estrategia, siempre deben haber motivos de peso para hacerlo.