El diseño hace la diferencia, si hablamos de marcas, el diseño no solo te identifica, también ayuda en la construcción de la propuesta de valor.
Primero se debe trabajar la estrategia (que quieres ser y cómo vas hacerlo), después viene el diseño (lo que ven). Por eso es importante diseñar bien una marca, igual que tener un buen nombre, producto, servicio, etc.
Con el diseño transmites mensajes que ayudan a la percepción de lo que eres, no es lo mismo ser una bebida energética como RedBull que una cerveza tostada como Turia. Igual que no es lo mismo ser una tienda que vende Rolex a otra marca que vende Casio. Las dos venden relojes pero a públicos diferentes y esto debe expresarlo el diseño, tanto en lo físico como en lo experiencial.
Los hay quién dicen, y con razón, que si diseñas en un lugar bonito harás cosas bonitas, puede ser cierto, del mismo modo que si compites con rivales que lo quieren hacer bien seguramente te llevará a ser mejor, a diseñar mejor. En el mundo de deporte tenemos cientos de ejemplos, en el tenis Nadal, Federer y Djokovic se hicieron mejores los unos a los otros. En el fútbol, la competitividad de los que están arriba en la clasificación les lleva hacer mejor las cosas si quieren ganar.
Por este motivo, analizar la categoría en la que compites y situarte donde quieres estar, será una de las necesidades para enfocar tu diseño, en busca de conseguir ese posicionamiento y transmitir lo que quieres ser para los demás. En definitiva, a diseñar mejor.