La estética es algo que nos afecta, nos guste o no, es así. Si pareces experto en mecánica la gente opinará que eres un profesional de la industria del motor, si pareces intelectual pensarán que eres un profesor, escritor o bibliotecario… Puedes parecerlo, que no quiere decir serlo, ya lo decía el psicólogo Jung “la gente no piensa, juzga”.
En este mundo que nos ha tocado vivir todos llevamos algo que nos tapa parte de nuestro rostro, la mascarilla. Y nuestro cerebro tiende a imaginar la parte del rostro que no ve, y lo hace idealizando nuestros rasgos, lo que hace que la sociedad actual sea más bella, mejor dicho, nos la imaginamos más bella.
Si habéis conocido gente durante la pandemia con mascarilla y después de un tiempo la habéis visto sin ella (tomando un café por ejemplo) os habréis percatado de esto, y si hay cierta complicidad incluso lo habréis comentado, “te imaginaba de otra manera”, ocurre lo mismo cuándo hablas por teléfono con alguien que no conoces personalmente, y cuando por fin le pones cara tú cerebro te dice “me lo imaginaba “mejor” o “diferente”. Siempre se puede dar la circunstancia contraria, que en realidad te parezca más atractiva la persona pero suelen ser los casos menos habituales, porque como decíamos, nuestro cerebro tiende a idealizarlo todo, incluso las experiencias. Piensa en aquellos viajes o situaciones que planeabas con tus amigos o familiares y tu cerebro se lo imagina todo pero después no ocurre así, puede ser una experiencia mejor o peor, pero seguro que es diferente. Recuerda tus primeras citas, no hay mucho más que añadir…
Ahora hablemos de las marcas, tenemos una percepción de ellas y ocurre lo mismo, tendemos a idealizarlas. Por eso es importante tener clara de la idea de marca que queremos ser para los demás y tenerla siempre presente en la toma de decisiones, sean estratégicas o tácticas, las estratégicas tendrán que ver con la experiencia, con el producto, con el propósito de la marca: que quiero ser para ti. Las tácticas se fundamentan en cómo conseguirlo, aquí podemos hablar de la comunicación, de donde podemos ser patrocinador o no, de cómo es nuestra identidad para conseguir la imagen que queremos transmitir, etc.
Hay varios tipos de marcas, pinchando aquí puedes leer sobre ello, pero todas de alguna forma construyen, unas comunican desde sus atributos de producto, nos hablan de lo que hacen y de sus bondades, de la solución que nos aportan y otras marcas nos hablan desde su posicionamiento, de por qué toman determinada postura antes los demás, transmitiendo sus valores, algo que les define y nos hacen saber por qué creen que es importante.
En definitiva, ya seas una marca que nos hable de sus cualidades (Ikea) como una marca que quiera transmitir su propósito (Dove), siempre será mejor hacerlo desde la belleza, siempre, eso sí, desde la honestidad, una marca es una propuesta de satisfacción, no lo olvides, cuida la estética pero siempre desde la propuesta de valor.