Se habla mucho de la propuesta de valor y poco de la plataforma de marca. Algo imprescindible, una cosa no existe sin la otra, ¿o si?, ya que si algo tiene el branding es que podemos hablar de dos tipos, del consciente y del inconsciente. Una marca es un conjunto de significados y estos se evocan hayamos trabajado en su construcción o no. Porque la gente tendrá percepciones de todo lo que hagamos, y lógicamente construirá una idea de lo que somos y de lo que podemos ofrecerle. De esto van las marcas.
Y la plataforma de marca es una herramienta que toda empresa debería tener para gestionar la marca. Es el marco donde mirar que hacemos en cada acción o decisión estratégica, desde el diseño de producto a la comunicación o el marketing. Es quien recoge la cultura de la empresa. Es nuestra biblia. Es a quien preguntamos si vamos en el camino correcto. La plataforma de marca recoge cuál es nuestro territorio (aquellas imágenes o situaciones que nos ayudan a construir nuestro posicionamiento), nuestra personalidad (el tono de voz de la marca, como nos comportamos ante los demás), también podemos encontrar el insight (que tensión no resuelta conecta con nuestra audiencia), podemos saber a quien nos dirigimos (no sólo tenemos un público objetivo), contiene la idea de la marca (nuestra razón de ser, porqué hacemos lo que hacemos cada día), la misión y visión de la empresa (una definición de lo que somos y hacia dónde nos estamos dirigiendo) y por supuesto, nuestros valores (nuestra posición ante los demás, lo que abanderamos).
Parece complejo pero no lo es, todo lo contrario. Si una empresa tiene bien definida la plataforma de marca estará más cerca de conseguir conectar lo que hace con sus destinatarios. Además, existen diferentes niveles de plataformas de marca, porque no es lo mismo una pequeña pyme que una multinacional con cientos o miles de empleados, la administración de la marca es diferente por razones y necesidades obvias, tanto comunicativas como de gestión. Pero si entendemos que una empresa independientemente de su tamaño necesita una plataforma de marca (en mayor o menor medida) que contenga su propuesta de valor, y que está sea conocida para todos los grupos de interés, desde los propios creadores a los empleados, accionistas, proveedores, agencias de comunicación, etc.
En fin, si tienes una plataforma de marca conoces el ADN de la marca y estarás más cerca de conseguir conectar con tu gente.