Hoy vamos hablar de diseño, porque nos apetece, concretamente del cartel. Se dice o se decía antiguamente que un cartel es un grito en la pared, pero entonces, ¿no te puede susurrar? Pues cómo respondería mi hijo de tres años y medio, “pues claro que sí”.
Un cartel es un mensaje entre una marca, evento, producto… Y la persona que lo recibe (ve). Tiene que ser directo, como se dice en términos futbolísticos, “cortito y al pie”. En cuanto a la estética, aquí deberíamos conocer el tono de voz de quien manda el mensaje (la marca), porque como sabéis todo es marca, el cartel también. Y más ahora que los carteles tienen más vidas y no sé limitan a los mupis de la calle, que pueden ser desde las marquesinas de los autobuses hasta los carteles propagandísticos que cuelgan de las farolas, ahora también están presentes en nuestras pantallas de los móviles, tablets y ordenadores, a través de las redes sociales y de los banners en las páginas web que visitamos. Luego, la vida de un cartel se adapta a diferentes formatos y se dilata en el tiempo a más que un impacto de unos segundos.
El cartel podríamos decir que responde a unas medidas estándares, empezando por el 70×100 pero puede hoy en día adaptarse a cualquier formato como ya hemos comentado, pero no nos referimos solo a entornos digitales sino también a grandes tamaños, habiendo empresas especializadas en este sector, sólo hace falta dar una vuelta por una ciudad para darse cuenta, fachadas de edificios cubiertas de carteles.
El diseño de un cartel debe tener una serie de pasos que el receptor debe seguir. Estos pasos serían. 1º el mensaje, un copy atractivo (entiéndase cómo interesante para a quién nos dirigimos). 2º, una imagen o no, ya que puede ser solo tipográfico, aunque en entornos de social media se recomienda una imagen porque tiene mejor alcance (llega a más gente), incluso en Facebook la recomendación es que sólo un 20% del cartel sea texto, no más. Volviendo a la imagen esta puede ser una ilustración o una fotografía, dependiendo lo que buscamos y el tono de nuestra marca, además puede ser narrativa (apoyo al copy) o abstracta (que no se entienda). Y 3º, la marca como firma en último lugar. Para muchos la marca es solo eso, la firma, pero si nos sigues sabrás que para nosotros una marca es mucho más.
Hoy nos hemos liado con esto, el próximo día hablamos de otra de nuestras pasiones: el Packaging.