Status

Al hilo de una conversación con José Luis Antunez en Twitter a principios de enero sobre si las marcas de coches hoy en día son un símbolo de estatus o no, me hago la siguiente pregunta, ¿una marca te proporciona status? La respuesta parece ser SÍ, además de aportarte otras cosas.

No todas las marcas son aspiracionales, están los Rolex, los iPhone, los Vuitton, los Mercedes… Pero y los demás tipologías de marcas, ¿también te proporcionan un status?. En cierto modo más que un status te proporciona un rol en la vida, héroe o villano, mago o científico, deportivo o confortable, hay tantos roles como marcas y de cada uno de ellos esta lo opuesto, ya que las marcas necesitan de un contexto para vivir y aportar valor.

El mundo está construido de contrastes, las marcas, también.

Ser una marca es elegir, escoger que quieres ser en la vida para los demás. Seas una marca de servicios, de producto o de personalidad, y claro, esto también te proporciona un status. Si una marca te diferencia del resto es porque en sí te está dando una imagen ante los que te rodean, eres marca o eres marca blanca, pero todos somos marca.

Pongamos un ejemplo curioso y real, vivido en primera persona. En una tienda de Mercadona una mujer llevaba en su carro de la compra colas de marca Hacendado y también de marca Coca-Cola. Un empleado en la cola (valga la redundancia) y asombrado le preguntó ¿por qué compraba colas de ambas marcas?. Y su respuesta fue: “En casa mis hijos consumen cola, les gusta, pero cuando viene alguien de fuera sacamos a la mesa Coca-Cola”. ¿Cómo te quedas? Le gusta más el sabor de Hacendado y además es más económica, pero si esto es así… ¿Por qué sacar Coca-Cola cuándo hay invitados?.

Volviendo a los coches, estos empezaron a convivir con nosotros allá por finales del siglo XVIII y sus primeros usuarios los usaban para presumir (status) pues eran coches caros, al mismo tiempo que poco eficientes e incómodos, pero tenías un coche y los demás no. Hoy en día todo el mundo tiene acceso a un coche y cada vez con mejores prestaciones, igual que los coches de gama alta, aunque estos siguen siendo caros, poco eficientes e incómodos como ocurría con los primeros coches, el Lamborghini de hoy en día es ese coche de 1880 con el que presumías ante los demás.

En fin, la marca te da muchas cosas, entre ellas, status.

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