Si hablamos de que hay un branding inconsciente podemos decir lo mismo del diseño. Todo, pensado o no, esta diseñado, muchas veces por los propios emprendedores que no disponen de medios y recursos suficientes para contratar a un diseñador, estudio o agencia inicialmente. Pero la mayoría saben que tarde o temprano tendrán que hacerlo. Fue el caso de Steve Jobs, un año después de crear su empresa (en un garaje) encargó el diseño de la marca Apple a Rob Janoff. Más tarde lo volvió hacer cuando fundó NeXT, pero esta vez, contó con el diseñador Paul Rand desde sus primeros pasos.
Lo primero que todo emprendedor tiene que conocer es la propuesta de valor que ofrece y esto debe ser bajo un nombre, una marca. Una empresa puede tener un ‘no logo’, pero no puede tener un ‘no nombre’, el naming. Aunque finalmente si será necesaria una marca gráfica con la evolución, si la cosa prospera, necesitará un distintivo al que asociar los valores y posicionamiento de la empresa. Hay logos incluso que no están diseñados, bueno si, pero como decíamos al principio por los propios emprendedores o empleados y así siguen funcionando, incluso décadas después. Puedes tener una empresa, lo que necesariamente quiere decir que tengas una marca bien diseñada.
Una marca te proporciona diferenciación y relevancia frente a los competidores, alcance y conexión con tu audiencia, debe tener capacidad de respuesta y lo más importante, aportar valor. Todo esto, con una buena estrategia y diseño es más fácil conseguirlo. Hay quien piensa equivocadamente que el diseño sólo es para las grandes compañías, aquellas que compiten en mercados altamente competitivos para poseer una preferencia ante los demás, también muchas veces lo justifican por costes, bajo el pretexto de que el diseño es caro, en lugar de verlo como lo que es, una inversión. Una marca va de elegir, de escoger quién quieres ser para los demás, y esto es así tanto si eres grande como si eres una pyme o un negocio de barrio, igual que si empiezas. Algo habitual en las startup es el centrarse en qué problemas resuelven, dejando los problemas gráficos de lado o para más tarde, no son todas las startup pero si la gran mayoría.
Volviendo a pequeñas empresas, un restaurante será un restaurante con logo o sin él. Está claro que el logo no es la marca, es la identidad gráfica, lo que vemos, la marca en realidad lo es todo: producto, experiencia, comunicación, cultura… Pero la identidad nos va ha ayudar en el posicionamiento que queremos transmitir. No es lo mismo ser un restaurante italiano, que un ser una hamburguesería, como no es lo mismo ofrecer un producto premium, que una cocina para todos los días. La identidad debe reflejar estos atributos y la propuesta que ofrece. “Una marca es una promesa que debe cumplirse” Jacob Benbunan de Saffron.
Podríamos haber empezado el artículo definiendo qué es diseño, algo que todos más o menos parecen que lo tienen claro, el diseño es algo que te hace ser más competitivo. Uno de los grandes diseñadores gráficos como es Manuel Estrada (premio nacional de diseño) lo define de la siguiente manera: “El diseño no es una guinda”. Lo dice por el hecho de que no es un envoltorio ni un añadido que pueda estar o no, realmente el diseño forma parte del ADN, es parte de lo que te define, por lo tanto, no debería ser algo para dejarlo al azar, es parte de la marca.
En fin, valorar el diseño como lo que es, una parte importante de tu marca.